lunes, 11 de septiembre de 2017

¿Cambio de actitud?

********************************************************
“No podemos seguir tratando la vida en nuestro planeta Tierra como una fábula porque seguramente la Moraleja o Sentencia castigará a los animales protagonistas de la misma” .

Esta es la expresión con la que finalicé mi artículo anterior y con la que comienzo el presente porque considero que la forma con que tratamos a nuestro hogar -al Planeta Tierra - dista mucho de lo que nosotros colocamos como parámetros de inteligencia para separarnos del resto de animales.

Pasan los segundos, pasan las horas, pasan los días, pasan los años... y no se observan cambios en la actitud de los habitantes del Planeta Tierra y muy seguramente porque la indiferencia ha alcanzado límites impensables, y, peor aún, insostenibles. 

La heterogeneidad que caracteriza las conductas ambientales de los seres humanos es abismal. Mientras hay algunos que actúan desenfrenadamente arrasando los recursos sin importar las consecuencias, hay otros que actúan con las manos amarradas por el poder que tienen algunas personas e instituciones de carácter económico...pero también hay otros que simplemente les es indiferente lo que le suceda al Planeta y a lo que les podamos dejar a nuestros descendientes.

Es muy fácil observar que nuestra conciencia ambiental se distancia mucho de las variables cíclicas que la componen: La Variable Cognitiva - en la que están las ideas y creencias - está abrazada a los inetereses económicos, los cuales prevalecen antes que cualquier intento de desarrollo sostenible; La Variable Afectiva - en la que podrían encontrarse los sentimientos y afectos - muestra que no queremos lo suficiente a nuestro Planeta Tierra porque la inmensa mayoría de nuestras actividades impacta negativamente los recursos presentes y futuros; y La Variable Conductual nos presenta como seres crueles al tener conductas claramente reprochables contra el medio ambiente.

Creo que no debemos caer en encajar en la Teoría de la Disonancia Cognitiva, propuesta por Festinger en 1957, en la que empecemos a autojustificarnos recurriendo a argumentos sin sentido para tratar de argumentar, de manera insuficiente, nuestro papel como partícipes y jueces en la conducta que tenemos en contra de nuestras propia subsistencia.  No debemos mantener al mismo tiempo dos creencias altamente contradictorias, como por ejemplo, decir que extraer recursos naturales si causa impactos negativos al medio ambiente y al unísono gritar que lo bueno es que es para el desarrollo económico de los pueblos.

A todas estas me pregunto: ¿será necesario un cambio de actitud para que nuestros hijos cuenten con los recursos que aún se nos ha dejado disfrutar?.

Figura 1. Educación Ambiental
Fuente: http://biogeotesttoni.blogspot.com.co/2015/06/2-ctm-el-medio-ambiente-y-el-desarrollo.html


Ing, MsC Omar Karim Medina Chadid
Bogotá, 11 de septiembre de 2017