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A través
de los tiempos, el hombre ha manifestado diversas formas de comportamiento que
distan mucho de ser el racional que nosotros mismos hemos conceptualizado. Y es
que, a pesar de estar catalogados en el mismo reino animal, el proceder de una
gran parte de hombres es propio de seres que no piensan antes de actuar, de
seres que asesinan por simple placer, de seres que arrasan recursos naturales
sin pensar en el futuro de las generaciones venideras, de personas que no son
capaces de valorar diferentes culturas, diferentes formas de expresión y
lenguaje, diferentes formas de actuar y pensar….es decir, no son capaces de
respetar las diferencias. Lo anterior me permite plantear la tesis de que
existen dos mundos de seres humanos: aquellos que son capaces de valorar y
respetar las diferencias en todos los aspectos y aquellos que se niegan a hacer
parte de los seres racionales en el reino animal y que eso conlleva a que haya
una colisión interrelacional entre ellos. De igual forma, me permite esta tesis
hacer unas reflexiones acerca de: ¿Es el hombre capaz de transformar su
naturaleza humana para impedir choques interrelacionales? ¿Sería posible para
el hombre evitar esa colisión interrelacional diaria? ¿Influye de alguna manera
la naturaleza humana en las colisiones de todo tipo en la vida cotidiana? ¿Son
adaptables las colisiones a cualquier circunstancia de la vida humana? Tratar
de dar respuesta a estos interrogantes, permitirá tener una contextualidad más
amplia acerca de la complejidad de la naturaleza humana y de las colisiones que
ella provoca en los dos mundos planteados.
Para
poder adentrarnos en el tema, se hace necesario tener claro dos conceptos:
colisión y naturaleza humana. El primer término básicamente está circunscrito
en la física y hace referencia a “una situación en la cual dos o más objetos
chocan de manera violenta por encontrarse en el mismo camino” (Definición ABC,
s.f., Párr. 1). De igual forma, “es un fenómeno físico que implica que si dos
elementos son arrojados a una velocidad x en un mismo espacio, estos
colisionarán o chocarán de manera violenta porque no puede darse que ambos
ocupen el mismo espacio al mismo tiempo”. (Definición ABC, s.f., Párr. 1). Ahora
bien, el segundo término se refiere al “concepto
filosófico, según el cual los seres humanos tienden
a compartir una serie de características distintivas inherentes, que
incluyen formas de pensar, sentir y actuar
en el medio en el cual se desenvuelven”. (Wikipedia.org, s.f., párr., 1).
Es
indudable que existen esos dos mundos que se plantean debido precisamente a la
complejidad de la naturaleza humana que le impide a algunos pensar, sentir o
actuar de manera coherente y racional. Es precisamente ese aspecto irracional
el que hace que se presente ese choque, la mayoría de las veces de manera
violenta, con aquellos que valoran la vida y son capaces de actuar
racionalmente en beneficio no solo de ellos mismos sino también de las
generaciones futuras; y todo esto se da porque ambos mundos no se encuentran
aislados sino que hacen parte del mismo espacio físico y del mismo tiempo, lo
que acrecienta estas colisiones poderosas. Aunque esta colisión se plantea en
el terreno inmaterial porque los dos mundos se clasifican básicamente a la
actuación racional o irracional, éste si se lleva definitivamente al campo
físico y terrenal, o sea, al material, que se ve en el desencadenamiento de
conflictos, guerras, desplazamientos, arrasamientos de recursos, muertes,
dolor, entre otros. Esa misma complejidad de la naturaleza humana es la que a
la postre va en contra de que sienta la necesidad de transformar esa misma
naturaleza para así evitar las colisiones diarias, haciendo de esta una misión
imposible por la falta de compromiso, de actitud o pensamiento racional
adecuado. Un ejemplo es lo que vive el mundo en los actuales momentos en los
que hay una colisión entre dos puntos de ver las salidas a conflictos de
muchísimos años; de un lado, está el mundo de los que desean que se llegue al
fin de esas conflagraciones y del otro están aquellos que solo se ven
beneficiados si éste se dilata o se amplía en su extensión en el tiempo. Todo
eso hace parte de la complejidad de la naturaleza humana que hace que se
presenten estas situaciones irracionales en los que complica la situación de
poder transformar la naturaleza humana para evitar choques interrelacionales,
dando respuesta así a la primera reflexión planteada.
Lo
anterior va enormemente relacionado a la segunda reflexión propuesta en el
sentido de que en realidad es posible para el hombre tratar de impedir esa
colisión interrelacional diaria, pero la naturaleza humana es tan compleja que
buscará por todos los medios posibles impedir que se eviten que se produzcan
esos choques. A pesar de que el hombre tiene la potestad para pensar y actuar
bien, la historia ha demostrado que siempre se van a dar los dos mundos
planteados lo que hace que esta situación si sea posible pero el ser humano va
a hacer muy poco para actuar todos coherentemente según la conceptualización de
racionalidad.
La
influencia de la naturaleza humana es innegable en las diferentes colisiones
interrelacionales que se dan cotidianamente; incluso, la naturaleza humana
compleja está poniendo en peligro la supervivencia del ser humano. Y es que si
nos ponemos a mirar con detenimiento los diferentes tipos de colisiones que se
pueden presentar, siempre estará presente el hombre y su compleja naturaleza.
La excepción sería las colisiones de tipo natural como los de los cuerpos
celestes o colisiones entre partículas porque ellas no dependen del actuar del
ser humano, especialmente en el primer ejemplo. Pero cuando se trata de choques
entre trenes, entre automóviles, entre culturas, entre formas de expresión, de
lenguaje o de actuaciones, va a estar presente, innegablemente la naturaleza
humana influyendo en estas colisiones interrelacionales que se pueden
presentar. Y es que hay algo completamente importante en relación a que no es
necesario que haya un contacto físico para que se haga presente una colisión,
sino que basta con que haya una aproximación suficiente o una interacción lo convenientemente
cercana para que ésta se produzca debido a que esas fuerzas internas
(naturaleza humana en el caso de los dos mundos planteados, o energía y momento
lineal en el caso de objetos físicos) para que haya un intercambio entre ellos
que hace que se produzca la colisión.
Atendiendo
a la siguiente y última reflexión esbozada, el proceso de colisión es adaptable
a cualquier circunstancia del ser humano. Esta colisión simplemente tendrá diferentes
niveles de consecuencias de acuerdo a la intensidad con que ésta se produzca. Son
muchos los ejemplos que se podrían dar en este aspecto: cuando un padre
reprende a un hijo, muy seguramente se dará una colisión de argumentos, pero no
serán tan intensas o mortales como cuando una colisión se presenta entre autos,
trenes o aviones, entre culturas, formas de pensar, de expresarse, de lenguaje
o de actuar. La perspectiva con que se miren las situaciones planteadas, es
precisamente lo que deja entrever que la naturaleza humana permite tantear
situaciones. Ahora bien, en el caso de la tesis que se planteó, esta colisión
entre dos mundos (uno de seres racionales pensantes que actúan bien y otro de
seres racionales pensantes que no actúan bien, de acuerdo a las consecuencias
positivas o negativas de sus actuaciones) se da de manera permanente y diaria;
la gran mayoría de los conflictos que se dan a nivel mundial se presentan
precisamente por el choque entre estos dos mundos y es debido justamente a la
complejidad de la naturaleza del hombre.
En
conclusión, a pesar de que el ser humano está catalogado en el reino animal
como un ser pensante y racional, existen dos mundos en el que en uno se ubican
los seres que son capaces de pensar para actuar, de obrar bien, en concordancia
a su nivel de racionalidad, y otro mundo en el que están ubicados aquellos
seres humanos que tienen una naturaleza conflictiva, que no piensan para
actuar, que sólo buscan beneficios personales sin importar la desgracia de los
que se lleven por delante, de aquellos que son capaces de beneficiarse con la
muerte de otros seres humanos y de la extinción de los recursos. Para tratar de
encontrar un equilibrio, se presenta entonces una colisión entre estos dos
mundos de tal forma que empieza a interactuar la complejidad de la naturaleza
humana que tiene influencia en estos choques. Estas colisiones se exhiben todos
los días de la vida y a pesar de que el hombre tiene la facultad para impedir
que se den, estas colisiones continuarán presentándose por el resto de la vida
de los seres vivos pensantes que habitan el planeta Tierra, afectando la
interrelación entre estos e irrespetando las diferencias.
Autor: Omar Karim Medina Chadid
Ingeniero Agrícola
Máster en Gestión y Auditorías Ambientales
Especializado en Ingeniería y Tecnología Ambiental
Lista
de Referencias
Definición
ABC. (s.f.). Definición de Colisión.
Recuperado de http://www.definicionabc.com/general/colision.php
Wikipedia.
(s.f.). Naturaleza Humana. Recuperado
de https://es.wikipedia.org/wiki/Naturaleza_humana
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