miércoles, 12 de julio de 2017

“BULLYING AMBIENTAL, UNA MIRADA HACIA LA CONCIENTIZACIÓN AMBIENTAL”

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Contrario a los que muchos se niegan a aceptar, ya sea porque no están bien informados al respecto, o porque escogen la indiferencia, o bien porque sus intereses económicos así lo exigen, el hombre ha estado realizando acciones que, de una u otra forma, están contribuyendo a cambiar paulatinamente el clima del planeta, el cual no tuvo más remedio que aceptarnos como sus huéspedes mal educados. Un rasgo de singular importancia concerniente a la naturaleza del hombre es su afán en resistirse a creer las proyecciones científicas simplemente porque existen otras que les inculcan ideas que niegan la posibilidad de que se estén dando situaciones que pueden sonar apocalípticas pero que no dejan de ser una realidad y que pueden hacer parte de la cotidianidad. Nos hemos acostumbrado a hacerle bullying al ambiente y esto es una situación supremamente peligrosa puesto que impediría emprender actividades que vayan en favor de proteger los recursos naturales y de actuar de manera sostenible. Es muy claro que el hombre, desde que ha existido ha mostrado una inclinación a tener una naturaleza egoísta, un impulso a conseguir cosas sin miramientos de efectos colaterales que se puedan provocar en el proceso. No digo que el hombre sea maléfico por naturaleza sino que tiene una naturaleza interna complicada que le permite a muchos construir pero también a otros destruir. Y es precisamente esa parte destructiva la que preocupa porque el bullying ambiental está derivando en consecuencias desastrosas e irreparables y lo peor es que “nos estamos haciendo los locos” ante esa situación.

Evidencias del Cambio Climático:

El Efecto Invernadero, es un fenómeno natural que permite que se mantenga una temperatura ideal que conserve “calientico” al planeta y que de lo contrario sería imposible sostener la vida tal como la conocemos; éste se produce porque los rayos del sol penetran a través de los gases que conforman la capa gaseosa de la Tierra (la atmósfera). Es posible porque estos gases no tienen color y por ende, los rayos llegan a la superficie de la tierra y del agua. Toda esta acción natural, que mantiene a su vez los procesos vitales del planeta, se está viendo afectada por los llamados gases de efecto invernadero – GEI – que están contribuyendo al calentamiento global; este aumento de la temperatura está provocando alteraciones en los fenómenos naturales que se dan en la primera de esas capas gaseosas: la troposfera. No olvidemos que el año 2016 fue el más caluroso de todos los registrados hasta el momento; el aumento de los huracanes, tormentas, ciclones y otros más, son evidencia de que algo le está pasando a nuestro clima mundial. “La razón por la que los científicos están preocupados es que el clima global de la Tierra está cambiando. […] el planeta se está calentando rápidamente, más rápido que nunca. Los científicos descubrieron que los humanos son los que causan este calentamiento” (NASA, 2010, Recuperado de https://www.nasa.gov/audience/forstudents/nasaandyou/home/climate_bkgd_sp.html).Y cada vez es mayor la incidencia antrópica como causal fundamental de este escenario. Esto es una verdad que incomoda a muchas personas aunadas a la escogencia de otras en continuar en el camino del analfabetismo en la concientización ambiental.

Estos cambios se están observando desde hace más de 100 años, en donde es posible apreciar el cómo la temperatura del planeta va en una curva ascendente sin que se vislumbre una frenada repentina que conduzca al equilibrio o, mucho menos, a un cambio hacia una tendencia decreciente en la misma. “En el último siglo, la temperatura global del aire cerca de la superficie de la Tierra aumentó casi 1,5°F. Once de los últimos doce años fueron los más calurosos. En los últimos 50 años, la Tierra se calentó dos veces más rápido que en los 50 años anteriores”. (NASA, 2010, Recuperado de https://www.nasa.gov/audience/forstudents/nasaandyou/home/climate_bkgd_sp.html). Debido a esos patrones climáticos es precisamente que es imposible no afirmar que el cambio climático esté llegando demasiado rápido. Lo anterior se puede apreciar en la Figura 1 en donde se muestra la media global del cambio de temperatura superficial entre 1880 y 2016, respecto a la media de 1951-1980. La línea negra es la media anual global y la roja es el suavizado Lowess de cinco años. Las barras azules de incertidumbre muestran un intervalo de confianza de 95%.


Figura 1. Temperatura media en la superficie terrestre
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Calentamiento_global

Pero a pesar de todas las evidencias presentadas, es también indiscutible que a una gran cantidad de personas no les interesa; están tan aferradas a sus trabajos, a su cotidianidad, a sus luchas diarias por sobrevivir, que no les importa lo que está sucediendo en materia de cambio climático, porque simplemente nos hemos acostumbrado a seguir unos patrones conductuales que mantienen la ceguera ante estos problemas, también atribuibles al egoísmo propio de la naturaleza humana que hace que no proteja los recursos para que su propia descendencia pueda igualmente emplearlos. No se vive, o más bien no se ha aprendido a vivir de manera sostenible para que las futuras generaciones eviten recibir una herencia en el que estén obligados a emprender guerras para conseguir agua; en el que les toque desplazarse de sus hogares para obtener alimentos naturales, cada vez más escasos; en el que estén obligados a agredirse unos a otros para sobrevivir.

Si a todo esto le sumamos que hay intereses económicos que han invertido millones de dólares para acallar las voces (o los gritos) de aquellos que pretenden mostrar científicamente el proceso de cambio climático provocado por la actividad antrópica, es posible que la lucha no sea tan fácil. Se ve que esta batalla apenas está comenzando - a pesar de que las consecuencias se están dando hace mucho tiempo-, puesto que pareciera que la balanza está fuertemente inclinada hacia los intereses económicos inmediatos en detrimento de la supervivencia del ser humano, de los recursos naturales y del planeta Tierra en general, con todos y sus habitantes vivos o no. ¡No desconozcamos los gritos desesperados que el planeta Tierra está haciendo!

Recordemos, y esto hace parte de nuestra historia, que el consumismo desbordado se aceleró con el surgimiento de la Revolución Industrial. Es decir, desde hace un poco más de dos siglos, se ha vuelto normal, para un mundo que cree en un desarrollo sin tener en cuenta la sostenibilidad ambiental, el explotar los recursos de una forma despiadada acompañada del surgimiento de un sistema político - económico mal manejado que, además de aumentar la brecha entre los propietarios y los trabajadores, entre la riqueza (concentrada en pocos) y la pobreza (concentrada en muchos), aumenta los problemas de contaminación, de impactos negativos y destrucciones que tienen al planeta en un punto en el que está reaccionando a esa forma perversa con la que le hemos tratado. ¿Será que no se puede hacer avances tecnológicos o desarrollarse industrial y económicamente sin menester de acabar con los recursos que nos provee gratuitamente la naturaleza? Mi respuesta a ese interrogante es con un contundente “Claro que si se puede”. Entre todos podemos y creo que si se empieza por aceptar que todo lo que se ha dicho (inclusive apocalípticamente hablando) es cierto, es real, está pasando, podremos empezar a trabajar unidos para proteger a nuestros hijos de una herencia valiosa para ellos y para sus descendientes: su vida.

¿Hay especies en vía de extinción o especies ya extinguidas? ¿Existen hábitats destruidos? ¿Se presentan desplazamientos de especies?…podremos hacernos infinidades de reflexiones e interrogantes al respecto y todas conducirían a una misma fuente: el hombre; el ser “pensante” que le permite diferenciarse del resto de animales pero que innegablemente es el que, de ellos, causa más daños, algunos irreparables, al planeta Tierra.

Una de las cualidades de la Inteligencia Emocional es tener habilidades sociales; es decir, tener la capacidad de relacionarnos con los demás así se tengan opiniones o pensamientos distintos. De igual manera, si queremos que las cosas mejoren, que haya una transformación significativa en nuestro actuar, debemos aprender a manejar la Inteligencia Ambiental, de tal forma que nos permita tener criterios y bases para comprender y proteger el papel de los recursos naturales en nuestro ciclo vital y erradicar de nuestro entorno el analfabetismo ambiental en el que se nos quiere introducir.

Ante todas estas situaciones, nos preguntamos: ¿cómo sabemos que el cambio climático es real? ¿Existen evidencias que permitan señalar que se está produciendo un cambio en el comportamiento del clima terrestre? Lo anteriormente expuesto es una demostración de eso. Sin embargo, son muchas las evidencias al respecto. De acuerdo al Intergovernmental Panel on Climate Change “La evidencia científica para el cambio climático es inequívoca” (NASA, 2017. Recuperado de https://climate.nasa.gov/evidence/). No olvidemos que los científicos de la NASA cuentan con satélites y sofisticados aparatos que les permiten hacer estudios serios para mostrar que afirmativamente existen pruebas de que el cambio climático está ocurriendo. El clima de la Tierra ha cambiado drásticamente a través de la historia y es demostrable el hecho que se han presentado siete ciclos de avances y retrocesos de los glaciares. La última era de hielo fue hace 7000 años en donde precisamente hace su aparición el clima moderno y la civilización humana, la cual, se ha demostrado que, está influyendo en la variación perceptible del clima de los últimos años. Es necesario añadir que el 97% de los científicos del clima están de acuerdo en que el hombre está influyendo drásticamente en que esa situación cambiante se esté acelerando y más cuando la concientización ambiental no es la esperada en términos de cambios de actitud, de pensamientos y, mejor aún, de políticas efectivas que conduzcan a evitar llegar al punto de inflexión o punto de no retorno que lograría implicaciones infaustas para el Planeta Tierra y para sus habitantes. En la Figura 2 se puede apreciar cómo ha ido aumentando el CO2 atmosférico desde que cogió impulso la Revolución Industrial en comparación de muestras atmosféricas contenidas en núcleos de hielo con muestras mucho más recientes. Se observa cómo el dióxido de carbono atmosférico pasó el nivel en el que se mantuvo por muchísimos siglos.

Figura 2. Comportamiento del CO2 atmosférico desde la Revolución Industrial
Fuente: Vostok ice core data/J.R. Petit et al.; NOAA Mauna Loa CO2 record https://climate.nasa.gov/evidence/

Y es que estos cambios lo que muestran es una tendencia clara de aumento, en contraposición a lo que la lógica diría si hubiese una concientización ambiental en pro de mitigar los impactos antrópicos. Uno de ellos es el aumento de la temperatura. La NASA (2017) afirma que:

La temperatura media de la superficie del planeta ha aumentado aproximadamente 1,8 grados centígrados desde finales del siglo XIX, un cambio impulsado en gran parte por el aumento del dióxido de carbono y otras emisiones producidas por el hombre en la atmósfera. La mayor parte del calentamiento ocurrió en los últimos 35 años, con 16 de los 17 años más cálidos registrados desde 2001. No sólo fue 2016 el año más caliente registrado, sino que ocho de los 12 meses que componen el año -de enero a septiembre, con excepción de junio- fueron los más calurosos registrados en los respectivos meses.

Otra evidencia clara es el aumento del nivel del mar puesto que éste, en todo el planeta, subió 20,32 cms en el siglo pasado. Sin embargo, esta ha cifra ha ascendido drásticamente.


Los testigos de sondeo, los registros de los mareógrafos y, últimamente, las mediciones por satélite demuestran que a lo largo del siglo pasado, el Nivel Medio del Mar (GMSL, por sus siglas en inglés) aumentó entre 10 y 20 centímetros. Sin embargo, la tasa anual de aumento durante los últimos 20 años ha sido de 3,2 milímetros, más o menos el doble de la velocidad media de los 80 años precedentes.

La anterior afirmación de la National Geographic (2010) confirma que es preocupante la situación por los efectos devastadores de ese escenario en los hábitats costeros que indudablemente es atribuible al calentamiento global por efecto de tres factores fundamentales: la dilatación térmica, el deshielo de los glaciares y de los casquetes polares y la pérdida de hielo en Groenlandia y en la Antártida Occidental. "No hay duda de que el siglo XX es el más acelerado", comentó Bob Kopp, profesor de ciencias terrestres y planetarias en Rutgers, autor central del estudio que revisó el nivel de los mares en los tres últimos milenios. "Se debe al aumento de las temperaturas en el siglo XX impulsado por el uso de combustibles fósiles". (Primera Hora (2016). Recuperado de http://www.primerahora.com/noticias/ciencia-ambiente/nota/aumentaelniveldelmarporelcalentamientoglobal-1138377/).

También se observa el Calentamiento Oceánico; “los océanos han absorbido gran parte de este aumento de calor, con los primeros 700 metros (aproximadamente 2.300 pies) de océano mostrando un calentamiento de 0.302 grados Fahrenheit desde 1969” (NASA, 2017).

Todo eso se suma a una gran cantidad de eventos extremos los cuales son muy irrefutables su tendencia a elevarse en cantidad y en intensidad como resultado de los cambios inexorables del clima consecuente a la actividad antrópica del bullying ambiental. Vivimos en una sociedad que se ha acostumbrado al consumismo y a una dependencia total de los combustibles fósiles para obtener energía; pero hay algo que se ha “decidido” ignorar: no hay un solo combustible fósil que sea limpio, hablando en términos ambientales. Hemos permitido ignorantemente que se talen millones de árboles sin mirar las consecuencias de esas acciones autodestructivas; se permite la extracción de minerales, de recursos no renovables, se permite el petróleo no convencional como el de las arenas bituminosas (mezcla de arena, arcilla, agua y bitumen), se envenena el suelo, el aire, el mar, toda el agua, tanto superficial como subterránea, y todo eso lo permitimos porque han podido más los intereses económicos que nuestra propia supervivencia. Aceptémoslo: todos hacemos parte y contribuimos al bullying ambiental.

Las arenas bituminosas han venido tomando fuerza últimamente como una alternativa a la disminución progresiva de la obtención de petróleo y como una manera de producir petróleo de una manera no convencional. Pero igualmente tiene efectos devastadores para el medio ambiente; sus consecuencias van desde extender la dependencia de los combustibles fósiles, tener efectos más contaminantes que el petróleo convencional, amenazar de manera cruel la batalla contra el cambio climático, extenderse masivamente a todo el mundo, y hasta desacelerar el necesario avance de las energías limpias y renovables. En la Figura 3 se puede observar una investigación de la Universidad Industrial de Santander de cómo era la distribución de la producción a nivel global a 2012 (y esto ha venido en aumento considerable) y de los efectos devastadores de las arenas bituminosas en el ecosistema.





Figura 3. Distribución y efectos de las arenas bituminosas (petróleo crudo sintético)

Es como Al Gore dijo en su momento: “esto es el asunto más importante de nuestro tiempo”. No estaba para nada equivocado porque desde hace muchísimo rato nuestra sociedad depende en su totalidad de los combustibles fósiles que están contribuyendo indiscutiblemente al cambio climático. Le hemos hecho mucho daño a nuestro hogar y debemos frenar el bullying ambiental porque las cosas se han salido de control y el tiempo no esperará eternamente hasta que nos concienticemos todos de que debemos hacer algo antes de que no haya oportunidad de para redimirnos ante en el Planeta Tierra.

Quisiera concluir con esta expresión: No podemos seguir tratando la vida en nuestro planeta Tierra como una fábula porque seguramente la Moraleja o Sentencia castigará a los animales protagonistas de la misma



Lista de Referencias

NASA (2010). Cambio Climático. Recuperado de https://www.nasa.gov/audience/forstudents/nasaandyou/home/climate_bkgd_sp.html

NASA (2017). Global Climate Change. Recuperado de https://climate.nasa.gov/evidence/

National Geographic (2010). El aumento del nivel del mar. Recuperado de http://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/el-aumento-del-nivel-del-mar

Primera Hora (2016). Aumenta el nivel del mar por el calentamiento global. Publicado el 22 de febrero de 2016. Recuperado de http://www.primerahora.com/noticias/ciencia-ambiente/nota/aumentaelniveldelmarporelcalentamientoglobal-1138377/

Wikipedia (2017). Calentamiento Global. Recuperado de https://es.wikipedia.org/wiki/Calentamiento_global

www.okamecha.blogspot.com



Autor: Omar Karim Medina Chadid
            Ingeniero Agrícola
            Máster en Gestión y Auditorías Ambientales

            Especializado en Ingeniería y Tecnología Ambiental

1 comentario:

Angela María Pineda B. dijo...

Ingeniero Medina, estoy bastante conmovida con las reflexiones de su artículo;somos pasajeros de un vehículo sagrado, nuestra Pacha Mama, unos pasajeros que viajamos sin utilizar nuestra Inteligencia Emocional, no respetando éste vehículo que nos fue prestado, en el cuál estamos dejando nuestra huella ambiental, una huella profunda en la que podrán caer y pueden caer otros pasajeros que no tienen la culpa de esta ignorancia ambiental con la que estamos realizando el viaje.
Su invitación a despertar muestra inteligencia ambiental, abriendo nuestros ojos frente a los efectos de nuestro viaje, es importante y necesaria.
Muchas gracias