******************************************************************************
Contrario a los que muchos se niegan a
aceptar, ya sea porque no están bien informados al respecto, o porque escogen
la indiferencia, o bien porque sus intereses económicos así lo exigen, el
hombre ha estado realizando acciones que, de una u otra forma, están
contribuyendo a cambiar paulatinamente el clima del planeta, el cual no tuvo
más remedio que aceptarnos como sus huéspedes mal educados. Un rasgo de
singular importancia concerniente a la naturaleza del hombre es su afán en
resistirse a creer las proyecciones científicas simplemente porque existen
otras que les inculcan ideas que niegan la posibilidad de que se estén dando
situaciones que pueden sonar apocalípticas pero que no dejan de ser una
realidad y que pueden hacer parte de la cotidianidad. Nos hemos acostumbrado a
hacerle bullying al ambiente y esto es una situación supremamente
peligrosa puesto que impediría emprender actividades que vayan en favor de
proteger los recursos naturales y de actuar de manera sostenible. Es muy claro
que el hombre, desde que ha existido ha mostrado una inclinación a tener una
naturaleza egoísta, un impulso a conseguir cosas sin miramientos de efectos
colaterales que se puedan provocar en el proceso. No digo que el hombre sea maléfico
por naturaleza sino que tiene una naturaleza interna complicada que le permite
a muchos construir pero también a otros destruir. Y es precisamente esa parte
destructiva la que preocupa porque el bullying ambiental está derivando en
consecuencias desastrosas e irreparables y lo peor es que “nos estamos haciendo
los locos” ante esa situación.
Evidencias del
Cambio Climático:
El Efecto Invernadero, es un fenómeno
natural que permite que se mantenga una temperatura ideal que conserve
“calientico” al planeta y que de lo contrario sería imposible sostener la vida
tal como la conocemos; éste se produce porque los rayos del sol penetran a
través de los gases que conforman la capa gaseosa de la Tierra (la atmósfera). Es
posible porque estos gases no tienen color y por ende, los rayos llegan a la superficie
de la tierra y del agua. Toda esta acción natural, que mantiene a su vez los
procesos vitales del planeta, se está viendo afectada por los llamados gases de
efecto invernadero – GEI – que están contribuyendo al calentamiento global;
este aumento de la temperatura está provocando alteraciones en los fenómenos
naturales que se dan en la primera de esas capas gaseosas: la troposfera. No
olvidemos que el año 2016 fue el más caluroso de todos los registrados hasta el
momento; el aumento de los huracanes, tormentas, ciclones y otros más, son
evidencia de que algo le está pasando a nuestro clima mundial. “La razón por la
que los científicos están preocupados es que el clima global de la Tierra está
cambiando. […] el planeta se está calentando rápidamente, más rápido que nunca.
Los científicos descubrieron que los humanos son los que causan este calentamiento”
(NASA, 2010, Recuperado de https://www.nasa.gov/audience/forstudents/nasaandyou/home/climate_bkgd_sp.html).Y cada vez es mayor la
incidencia antrópica como causal fundamental de este escenario. Esto es una
verdad que incomoda a muchas personas aunadas a la escogencia de otras en
continuar en el camino del analfabetismo en la concientización ambiental.
Estos cambios se están observando desde
hace más de 100 años, en donde es posible apreciar el cómo la temperatura del
planeta va en una curva ascendente sin que se vislumbre una frenada repentina
que conduzca al equilibrio o, mucho menos, a un cambio hacia una tendencia
decreciente en la misma. “En el último siglo, la temperatura global del aire
cerca de la superficie de la Tierra aumentó casi 1,5°F. Once de los últimos
doce años fueron los más calurosos. En los últimos 50 años, la Tierra se
calentó dos veces más rápido que en los 50 años anteriores”. (NASA, 2010, Recuperado
de https://www.nasa.gov/audience/forstudents/nasaandyou/home/climate_bkgd_sp.html).
Debido a esos patrones climáticos es precisamente que es imposible no afirmar
que el cambio climático esté llegando demasiado rápido. Lo anterior se puede
apreciar en la Figura 1 en donde se muestra la media global del cambio de
temperatura superficial entre 1880 y 2016, respecto a la media de 1951-1980. La
línea negra es la media anual global y la roja es el suavizado Lowess de cinco
años. Las barras azules de incertidumbre muestran un intervalo de confianza de
95%.
Figura
1. Temperatura media en la superficie terrestre
Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/Calentamiento_global
Pero
a pesar de todas las evidencias presentadas, es también indiscutible que a una
gran cantidad de personas no les interesa; están tan aferradas a sus trabajos,
a su cotidianidad, a sus luchas diarias por sobrevivir, que no les importa lo
que está sucediendo en materia de cambio climático, porque simplemente nos
hemos acostumbrado a seguir unos patrones conductuales que mantienen la ceguera
ante estos problemas, también atribuibles al egoísmo propio de la naturaleza
humana que hace que no proteja los recursos para que su propia descendencia
pueda igualmente emplearlos. No se vive, o más bien no se ha aprendido a vivir
de manera sostenible para que las futuras generaciones eviten recibir una
herencia en el que estén obligados a emprender guerras para conseguir agua; en
el que les toque desplazarse de sus hogares para obtener alimentos naturales,
cada vez más escasos; en el que estén obligados a agredirse unos a otros para
sobrevivir.
Si a todo esto le sumamos que hay
intereses económicos que han invertido millones de dólares para acallar las
voces (o los gritos) de aquellos que pretenden mostrar científicamente el
proceso de cambio climático provocado por la actividad antrópica, es posible
que la lucha no sea tan fácil. Se ve que esta batalla apenas está comenzando -
a pesar de que las consecuencias se están dando hace mucho tiempo-, puesto que
pareciera que la balanza está fuertemente inclinada hacia los intereses
económicos inmediatos en detrimento de la supervivencia del ser humano, de los
recursos naturales y del planeta Tierra en general, con todos y sus habitantes
vivos o no. ¡No desconozcamos los gritos desesperados que el planeta Tierra está
haciendo!
Recordemos, y esto hace parte de nuestra
historia, que el consumismo desbordado se aceleró con el surgimiento de la
Revolución Industrial. Es decir, desde hace un poco más de dos siglos, se ha
vuelto normal, para un mundo que cree en un desarrollo sin tener en cuenta la
sostenibilidad ambiental, el explotar los recursos de una forma despiadada
acompañada del surgimiento de un sistema político - económico mal manejado que,
además de aumentar la brecha entre los propietarios y los trabajadores, entre
la riqueza (concentrada en pocos) y la pobreza (concentrada en muchos), aumenta
los problemas de contaminación, de impactos negativos y destrucciones que
tienen al planeta en un punto en el que está reaccionando a esa forma perversa
con la que le hemos tratado. ¿Será que no se puede hacer avances tecnológicos o
desarrollarse industrial y económicamente sin menester de acabar con los
recursos que nos provee gratuitamente la naturaleza? Mi respuesta a ese
interrogante es con un contundente “Claro que si se puede”. Entre todos podemos
y creo que si se empieza por aceptar que todo lo que se ha dicho (inclusive
apocalípticamente hablando) es cierto, es real, está pasando, podremos empezar
a trabajar unidos para proteger a nuestros hijos de una herencia valiosa para
ellos y para sus descendientes: su vida.
¿Hay especies en vía de extinción o
especies ya extinguidas? ¿Existen hábitats destruidos? ¿Se presentan
desplazamientos de especies?…podremos hacernos infinidades de reflexiones e
interrogantes al respecto y todas conducirían a una misma fuente: el hombre; el
ser “pensante” que le permite diferenciarse del resto de animales pero que
innegablemente es el que, de ellos, causa más daños, algunos irreparables, al
planeta Tierra.
Una de las cualidades de la Inteligencia
Emocional es tener habilidades sociales; es decir, tener la capacidad de
relacionarnos con los demás así se tengan opiniones o pensamientos distintos.
De igual manera, si queremos que las cosas mejoren, que haya una transformación
significativa en nuestro actuar, debemos aprender a manejar la Inteligencia
Ambiental, de tal forma que nos permita tener criterios y bases para comprender
y proteger el papel de los recursos naturales en nuestro ciclo vital y
erradicar de nuestro entorno el analfabetismo ambiental en el que se nos quiere
introducir.
Ante todas estas situaciones, nos
preguntamos: ¿cómo sabemos que el cambio climático es real? ¿Existen evidencias
que permitan señalar que se está produciendo un cambio en el comportamiento del
clima terrestre? Lo anteriormente expuesto es una demostración de eso. Sin
embargo, son muchas las evidencias al respecto. De acuerdo al Intergovernmental Panel on Climate Change
“La evidencia científica para el cambio climático es inequívoca” (NASA, 2017.
Recuperado de https://climate.nasa.gov/evidence/). No olvidemos que los
científicos de la NASA cuentan con satélites y sofisticados aparatos que les
permiten hacer estudios serios para mostrar que afirmativamente existen pruebas
de que el cambio climático está ocurriendo. El clima de la Tierra ha cambiado
drásticamente a través de la historia y es demostrable el hecho que se han
presentado siete ciclos de avances y retrocesos de los glaciares. La última era
de hielo fue hace 7000 años en donde precisamente hace su aparición el clima
moderno y la civilización humana, la cual, se ha demostrado que, está
influyendo en la variación perceptible del clima de los últimos años. Es
necesario añadir que el 97% de los científicos del clima están de acuerdo en
que el hombre está influyendo drásticamente en que esa situación cambiante se
esté acelerando y más cuando la concientización ambiental no es la esperada en
términos de cambios de actitud, de pensamientos y, mejor aún, de políticas
efectivas que conduzcan a evitar llegar al punto de inflexión o punto de no
retorno que lograría implicaciones infaustas para el Planeta Tierra y para sus
habitantes. En la Figura 2 se puede apreciar cómo ha ido aumentando el CO2
atmosférico desde que cogió impulso la Revolución Industrial en comparación de
muestras atmosféricas contenidas en núcleos de hielo con muestras mucho más
recientes. Se observa cómo el dióxido de carbono atmosférico pasó el nivel en
el que se mantuvo por muchísimos siglos.
Figura
2. Comportamiento del CO2 atmosférico desde la Revolución Industrial
Fuente: Vostok ice core data/J.R. Petit
et al.; NOAA Mauna Loa CO2 record
https://climate.nasa.gov/evidence/
Y es que estos cambios lo que muestran
es una tendencia clara de aumento, en contraposición a lo que la lógica diría
si hubiese una concientización ambiental en pro de mitigar los impactos
antrópicos. Uno de ellos es el aumento
de la temperatura. La NASA (2017) afirma que:
La temperatura
media de la superficie del planeta ha aumentado aproximadamente 1,8 grados
centígrados desde finales del siglo XIX, un cambio impulsado en gran parte por
el aumento del dióxido de carbono y otras emisiones producidas por el hombre en
la atmósfera. La mayor parte del calentamiento ocurrió en los últimos 35 años,
con 16 de los 17 años más cálidos registrados desde 2001. No sólo fue 2016 el
año más caliente registrado, sino que ocho de los 12 meses que componen el año
-de enero a septiembre, con excepción de junio- fueron los más calurosos
registrados en los respectivos meses.
Otra evidencia clara es el aumento del nivel del mar puesto que
éste, en todo el planeta, subió 20,32 cms en el siglo pasado. Sin embargo, esta
ha cifra ha ascendido drásticamente.
Los
testigos de sondeo, los registros de los mareógrafos y, últimamente, las
mediciones por satélite demuestran que a lo largo del siglo pasado, el Nivel
Medio del Mar (GMSL, por sus siglas en inglés) aumentó entre 10 y 20 centímetros.
Sin embargo, la tasa anual de aumento durante los últimos 20 años ha sido de
3,2 milímetros, más o menos el doble de la velocidad media de los 80 años
precedentes.
La anterior afirmación de la National
Geographic (2010) confirma que es preocupante la situación por los efectos
devastadores de ese escenario en los hábitats costeros que indudablemente es
atribuible al calentamiento global por efecto de tres factores fundamentales:
la dilatación térmica, el deshielo de los glaciares y de los casquetes polares
y la pérdida de hielo en Groenlandia y en la Antártida Occidental. "No hay
duda de que el siglo XX es el más acelerado", comentó Bob Kopp, profesor
de ciencias terrestres y planetarias en Rutgers, autor central del estudio que
revisó el nivel de los mares en los tres últimos milenios. "Se debe al
aumento de las temperaturas en el siglo XX impulsado por el uso de combustibles
fósiles". (Primera Hora (2016). Recuperado de http://www.primerahora.com/noticias/ciencia-ambiente/nota/aumentaelniveldelmarporelcalentamientoglobal-1138377/).
También se observa el Calentamiento Oceánico; “los océanos han absorbido gran parte de este aumento de
calor, con los primeros 700 metros (aproximadamente 2.300 pies) de océano
mostrando un calentamiento de 0.302 grados Fahrenheit desde 1969” (NASA, 2017).
Todo eso se suma a una gran cantidad de
eventos extremos los cuales son muy irrefutables su tendencia a elevarse en
cantidad y en intensidad como resultado de los cambios inexorables del clima consecuente
a la actividad antrópica del bullying ambiental. Vivimos en una sociedad que se
ha acostumbrado al consumismo y a una dependencia total de los combustibles
fósiles para obtener energía; pero hay algo que se ha “decidido” ignorar: no hay
un solo combustible fósil que sea limpio, hablando en términos ambientales.
Hemos permitido ignorantemente que se talen millones de árboles sin mirar las
consecuencias de esas acciones autodestructivas; se permite la extracción de
minerales, de recursos no renovables, se permite el petróleo no convencional
como el de las arenas bituminosas (mezcla de arena, arcilla, agua y bitumen),
se envenena el suelo, el aire, el mar, toda el agua, tanto superficial como
subterránea, y todo eso lo permitimos porque han podido más los intereses
económicos que nuestra propia supervivencia. Aceptémoslo: todos hacemos parte y
contribuimos al bullying ambiental.
Las arenas bituminosas han venido
tomando fuerza últimamente como una alternativa a la disminución progresiva de
la obtención de petróleo y como una manera de producir petróleo de una manera
no convencional. Pero igualmente tiene efectos devastadores para el medio
ambiente; sus consecuencias van desde extender la dependencia de los
combustibles fósiles, tener efectos más contaminantes que el petróleo
convencional, amenazar de manera cruel la batalla contra el cambio climático,
extenderse masivamente a todo el mundo, y hasta desacelerar el necesario avance
de las energías limpias y renovables. En la Figura 3 se puede observar una
investigación de la Universidad Industrial de Santander de cómo era la
distribución de la producción a nivel global a 2012 (y esto ha venido en
aumento considerable) y de los efectos devastadores de las arenas bituminosas
en el ecosistema.
Figura
3. Distribución y efectos de las arenas bituminosas (petróleo crudo sintético)
Es como Al Gore dijo en su momento:
“esto es el asunto más importante de nuestro tiempo”. No estaba para nada
equivocado porque desde hace muchísimo rato nuestra sociedad depende en su
totalidad de los combustibles fósiles que están contribuyendo indiscutiblemente
al cambio climático. Le hemos hecho mucho daño a nuestro hogar y debemos frenar
el bullying ambiental porque las cosas se han salido de control y el tiempo no
esperará eternamente hasta que nos concienticemos todos de que debemos hacer
algo antes de que no haya oportunidad de para redimirnos ante en el Planeta
Tierra.
Quisiera concluir con esta expresión: “No
podemos seguir tratando la vida en nuestro planeta Tierra como una fábula
porque seguramente la Moraleja o Sentencia castigará a los animales
protagonistas de la misma”
Lista
de Referencias
NASA
(2010). Cambio Climático. Recuperado
de https://www.nasa.gov/audience/forstudents/nasaandyou/home/climate_bkgd_sp.html
NASA
(2017). Global Climate Change.
Recuperado de https://climate.nasa.gov/evidence/
National
Geographic (2010). El aumento del nivel
del mar. Recuperado de http://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/el-aumento-del-nivel-del-mar
Primera
Hora (2016). Aumenta el nivel del mar por
el calentamiento global. Publicado el 22 de febrero de 2016. Recuperado de http://www.primerahora.com/noticias/ciencia-ambiente/nota/aumentaelniveldelmarporelcalentamientoglobal-1138377/
Wikipedia
(2017). Calentamiento Global. Recuperado
de https://es.wikipedia.org/wiki/Calentamiento_global
www.okamecha.blogspot.com
Autor:
Omar Karim Medina Chadid
Ingeniero Agrícola
Máster en Gestión y Auditorías Ambientales
Especializado en Ingeniería y Tecnología Ambiental
1 comentario:
Ingeniero Medina, estoy bastante conmovida con las reflexiones de su artículo;somos pasajeros de un vehículo sagrado, nuestra Pacha Mama, unos pasajeros que viajamos sin utilizar nuestra Inteligencia Emocional, no respetando éste vehículo que nos fue prestado, en el cuál estamos dejando nuestra huella ambiental, una huella profunda en la que podrán caer y pueden caer otros pasajeros que no tienen la culpa de esta ignorancia ambiental con la que estamos realizando el viaje.
Su invitación a despertar muestra inteligencia ambiental, abriendo nuestros ojos frente a los efectos de nuestro viaje, es importante y necesaria.
Muchas gracias
Publicar un comentario